lunes, 6 de diciembre de 2010

Debate del proyecto de ley de cine: una opinión

En los últimos dos años comenté esporádicamente en este mismo Blog el trasfondo legal y político de los proyectos de Ley propuestos por los Congresistas Cabrera y Raffo. Hasta participé como moderador de un debate amplio, con actores diversos, en el Congreso de la República. Esto ocurrió en agosto de 2009. Hoy, cuando el Proyecto de Ley de los congresistas Carlos Raffo y Luciana León, tiene una aprobación inminente en el Pleno me permito formular las siguientes anotaciones:

1. La propuesta de Ley tiene una entraña mercantilista innegable. Es decir, se promueve la maximización de ganancias de los distribuidores y de los exhibidores a partir de la eliminación del impuesto municipal a los espectáculos cinematográficos; a partir de la multiplicación de los complejos de salas en todo el país; que implicará subsidiariamente la creación de un fondo para el financiamiento de películas peruanas para uso exclusivo del CONACINE. Un fondo con el aporte "solidario, voluntario y parafiscal" de los distribuidores y exhibidores; que -a tenor de la propuesta de Ley- permitirá doblar el número de películas que se ruedan, producen y estrenan en el país. Mercantilismo puro.

2. La exhibición y la distribución es una parte del cine. No es todo el cine. Para fortalecer y masificar este negocio-arte carísimo, complicado, riesgoso se necesitan -además de plata-cinéfilos, universidades, escuelas, libros, revistas, oferta variada y abundante de películas en 35 y 16 mm, en DVD, en Blu Ray; filmotecas, archivos, festivales, programadores, críticos, asociaciones cineclubistas, cartelaera variada, múltiple, democrática.......Vaya, se necesita gran variedad de expresiones, miradas, lecturas, gustos, opciones sobre el cine. Y estas condiciones -naturalmente antionerosas- necesitan subvenciones, apoyos, subsidios, premios, incentivos, exoneraciones, etiquetados del Estado. Como sucede en todos los países del mundo que protegen su acerbo, su cine; que andan preocupados por formular y cumplir políticas culturales definidas.

3. Allí donde el particular no llegará jamás (porque no le interesa debido a que no existen posibilidades de maximizar ganancias) el Estado siempre debe acudir en auxilio de la sociedad.Las políticas públicas han sido pensadas para eso. Y la inviabilidad (agréguese la redacción oscura) del proyecto "Cabrera" y el mercantilismo desbordante del proyecto "Raffo" nos hacen caer en la cuenta que "el pan para hoy puede ser el hambre para mañana".La mercantilización del cine peruano podría implicar que se confíe a la distribución y a la exhibición, el desarrollo de la cinefilia. Se siente al desconfianza en el ambiente. Más aún cuando la participación de los empresarios exhibidores y distribuidores será "voluntaria y solidaria" en un contexto de maximización de ganancias.

4.- Entonces, tenemos el beneficio de la duda en el sentido de que la cartelera no mejorará; que no se cultivará la cinefilia; ni se desarrollarán espacios para todos los cines (no necesariamente para los "otros cines").

5. Un aforismo jurídico dice: "La ley, buena o mala, se cumple". Y hubiera sido deseable que la actual Ley Nº 26370 se hubiera cumplido y aprovechado en todos sus extremos y posibilidades; antes de la aprobación del proyecto "Raffo"; antes de agotarnos con la "Ley Cabrera", imprecisa y centavera.

6. Resulta increíble que en 2010, circulen por la red señalamientos y consignas contra los 42 cineastas que creen en la propuesta de Ley de inminente aprobación. Su equivocada lectura no debiera implicar ni tacha ni ostracismo.

7. Sería bueno considerar la "sostenibilidad" de la "Ley Raffo". Es decir, aparte de duradera, ¿será cultural y socialmente rentable en el tiempo? ¿Seguirán lanzándose los estrenos peruanos de cualquier manera como ha venido ocurriendo, sólo porque "los exhibidores y distribuidores" reservan el mayor número de salas y los mejores horarios para los "tanques gringos"? ¿Cuánto podría aprender la gente de cine en el Perú con esta masificación mercantilista? ¿Aprenderemos a producir nuestros propios tanques? ¿Todos tendremos vocaciones y gustos asociados al 3D y a los Blockbusters?

Ojalá haya suerte.

Oscar Contreras

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un razonamiento igualito al de Bedoya,
¿Contreras no tiene razonamiento propio?